domingo, 9 de enero de 2011

Más palabras necias.

Tantas formas, tantos tonos.
Espero algún día conocer y saber.
Por lo pronto no me muevo de mi rincón: brazos cruzados y un cigarro entre los labios.
¿Qué hay bajo los buenos modales?
Eso es lo que tú no entiendes y lo que yo quiero experimentar en primera fila.
Quiero llegar al centro líquido,
quiero ver la faceta animal.

Es mucho más que lo que entiendes, que es mucho más de lo que dices:
Comienzo a hartarme de hablar con las paredes; el tiempo corre, no olvidar.

sábado, 8 de enero de 2011

Un tributo a la falsa memoria

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
¿Dónde quedaron los cielos azules?

Una mirada al pasado, pero solo una; cortita.

viernes, 7 de enero de 2011

Aquellas cosas que no queremos admitir.

Las palabras se me quedaron a mitad de camino.
Saberlo todo sin decir nada...
En el fondo quiero volver a tener algo de paz.


domingo, 2 de enero de 2011

Llamadas Perdidas III

¿Y qué sucede si nunca contesta?
Promesas vacías, pecho vacío.

¿Y si nunca contesta?
Palabras sin dueño, vagando por el borde.
El borde.

El grito contra la pared.
El suspiro contenido en la calle.
La cuerda que se rompe, la caída constante en reversa.

Seguridad perdida, certeza nublada.
Confusión de madrugada, la espera eterna de cualquier cosa.
La resignación ante la herida.

Errores.

Querer abrir las alas quebradas.
¿Cómo enseñarle a volar a un ave?
Gemido desgarrador en medio de la noche.

¡Porcentajes!
Todo contra nada.
Continuo extrañamiento; continua pérdida.

Suciedad caótica, sublime inexperiencia.
Las derrotas de la vida,
las llamadas perdidas.

Llamadas perdidas II

Con el tiempo he APRENDIDO.
He aprendido que no debo tener expectativas.
He aprendido que al esperar cosas de tí
solo consigo decepcionarme.
Prefiero no confiar, no creer.
Correr lo más rápido que pueda, siempre en la dirección contraria.
Mientes.
Siempre has mentido y yo soy brutalmente honesta.
Pero con el tiempo he aprendido;
y he aprendido que debo dejar de esperar.

Sin descanso, despierta durante meses eternos.
Porcentajes insanos de evocación onírica, idealización grosera de la realidad.
-hay que destripar al buey para construirle un altar de oro-

En tu lado todo está siempre tan limpio...
Reluciente. Nauseabundo.
Paciencia infinita mientras soplas el polvo de la memoria.
Intachable, perfecta ante el espejo; por dentro caes a pedazos.
¿Tú o yo?

Con el tiempo he (des)aprendido a olvidar.