jueves, 25 de junio de 2009

Rayuela - Julio Cortázar

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

martes, 16 de junio de 2009

Nuevo.


Todo es tan nuevo y tan mágico... Y está allá afuera, esperando a ser tomado.
Ranitas amarillas que saltan despreocupadas por el jardín, que corretean entre los lirios,
que salpican en la fuente. Ranitas amarillas.
Entonces, me despego de mi sombra y la dejo oculta bajo la cama, porque está demasiado asustada para jugar con el sol. Francamente, me parece una lesera.
Le amarro los recuerdos, como globos de colores que se elevan hasta el cielo, los amarro en sus muñecas, en sus tobillos, y me voy. ¿Qué más podría hacer? Me estoy secando en una esquina.
Incoherencias, nuestro himno. Desastre, nuestra bandera. El caos, nuestra nación. Y el resto es polvo, simplemente polvo.
Quiero cantar y gritar hasta el amanecer, quiero perder la voz intentando.
Tributo a la memoria.
Un tributo a tí, que me dejaste así como me ves: un lío.
Pero, amor, ¿hay algo mejor?
Te dedico mi último cigarro desde este lado; mañana vuelvo al mundo.
Hell, yeah!
Abro la tapa, las ranitas amarillas saltan libres por el jardín,
y no hay nada más perfecto que eso...

jueves, 11 de junio de 2009

Me gustaría detenerte en algún lugar.
Detenerte y decir "La verdad es que ya no te quiero.", y dejarte correr, volar, trotar de vuelta a otras personas que no quiero mencionar.
Pero no sé.
No sé.
Me gustaría detenerte, en la calle, entre los edificios, en las plazas.
Detenerte y decir "Te amo. Y lamento todo lo que tuviste que esperar para oirlo.", y abrazarte, y tomar tu mano con mi mano fría.
Pero no sé.
En serio que no sé.
Me gustaría detenerte, un segundo, solo un segundo.
Detenerte y echarme a llorar y a reir y a gritar que todo está bien, aunque todo esté mal.
Detenerte y gritar que no me importas, y que está bien así.
Detenerte y salir corriendo, por el solo gusto de mover un poco tu mundo.
Detenerte y susurrar que lo lamento, y que si hubiera podido reaccionar a tiempo las cosas serían diferentes, y no tendría que actuar así, tan rara, solo para enseñarte una nueva canción que no quierer oir.
Entonces me detengo. Me detengo y me salgo un poco de la acción, hay que "secarse en una esquina poco frecuentada, o en un sótano oscuro".
Tú ya no eres tú. Eres algo completamente no tú, y francamente no creo poder llegar a acostumbrarme a eso. A tu cabello ahora liso y sin vida, al igual que tus ojos, al igual que tus escritos.
No. Me rehuso a aguantar semejante situación. Por eso mismo me detengo y espero a que me adelantes gentilmente en esta carrera de enajenados.
Déjame los recuerdos, que son mucho mejores que tu AQUÍ Y AHORA. Mucho mejores que tu "fortaleza", mucho mejores que tu prudencia senil.
Soy un desastre (here we go again...), soy un desastre y me encanta. Soy desordenada e irresponsable. Y así, así mismo, soy inmensamente feliz.
En suma, buenas noches.

And I'm sick of trying to please you...

martes, 9 de junio de 2009

No siempre sale como tú quieres, y ¿qué podria alguien como yo hacer al respecto?
Nada, en realidad. Qué alarde de egocentrismo pretender tener poderes sobre las circunstancias.
Es tan increiblemente simple que me asusta. Está ahí, tan real, tan real como cualquiera.
Sin embargo, nadie lo toma en cuenta. Supongo que así es más fácil, no lo sé.
La idea es que el juego dure lo suficiente como para que alguien pierda, o si no, no tendría sentido, ¿no crees?
Jugar a ser gente, a eso me refiero.
Porque dudo que sea igual de complicado jugar a ser pelusa de bolsillo, o ranita de pileta.
De nuevo, no lo sé.
Creo que ya escribí por ahí que nunca sé nada. Y eso está bien ahora.
Quiero volver a la tibieza de mi punto equis. Al trote pausado entre las sábanas, a las arañas que se arropaban dentro de mi morral.
No logro acostumbrarme a la asuencia, a los gone, a los numb. De verdad que me cuesta un montón. En especial si mi puntito equis flota tan cerca, tan cerca... fuera de alcance.
En fin. Hace frio. Desde que me fuí, siempre hace frio.
Hace frio y mi café tiene demasiado azúcar.
¿Alguien quiere ayudarme con eso?
No. Está bien, ya recordaré.
En realidad no está bien. Quiero volver. Necesito volver.
O quizás no.
Digamos que no. Digamos que todo está perfectamente bien, y que esto es solo un mal sueño.
Sí, digamos eso.
Digamos que sigo perdida entre edificios, hablando de nada, diciéndolo todo.
Fantasmitas blancos y acolchados que cruzan el parque pidiendo dulces.
Cosas chiquititas que saltan y rebotan y chocan y rompen y gritan y llueven y tiemblan y cantan. Oh, sí. Cantan. Y yo canto, y todo está bien.
Todo está bien.

lunes, 8 de junio de 2009

¿Y por qué no?

Y bueno, ¿por qué no?
Nada me detiene. No ahora. Ya estoy lejos de las ruinas del muro, caminando hacia tierras más altas, para sentarme en la tierra a pensar en qué rayos viene después.
Bah...
Al final da lo mismo.

Buenas noches.

Aplastamiento de las gotas


Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo,
afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana,
se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea,
ya va a caer y no se cae, todavía no se cae.
Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada,
una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida,
brotan en el marco y ahí mismo se tiran,
me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse.
Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

Julio Cortázar

domingo, 7 de junio de 2009

Así no más...

Es impresionante como un par de palabras pueden cambiarlo todo.
Cambiarlo todo, pero nada al mismo tiempo.
Porque, al final, ¿cuál es la diferencia?
No, en serio, ¿existe una diferencia?
Si el todo cambia tan rápidamente que bien lo que es ahora todo, al siguiente segundo será nada.
Entonces, ¿podríamos decir que en realidad tales cambios no existen?
¿podriamos hablar de una inmutabilidad permanente?
Nos movemos.
Eso está claro. Yo me muevo, tú te mueves y nos movemos.
En direcciones distintas, claro, pero nos movemos.
Reiteraciones.
Me gusta creer que, de alguna u otra forma, cambiamos.
Ah, y no sólo eso. Creo que mutamos de a poquito en algo mejor.
Porque tiene que ser mejor, o sino, ¿qué sentido tendría?
No existen los "para siempre" que nos tratan de vender.
Y eso no es necesariamente malo.
¿Quién quiere un aburrido "para siempre"?
Prefiero los "puede ser", "no sé", "¿espérame?"...
Bendita inestabilidad.
Bendito desastre.
Bendito caos.
Así no más.
La ciudad se derrumba y yo cantando...