El día en que decidió poner en funcionamiento toda la auto-ayuda que los libros infinitos le habían facilitado, no encontró más que soledad y silencio. Porque los libros no dicen que no eres un lobo y que, ciertamente, esta ciudad no es la estepa, y que 1 + 1 es dos, y que 2 sin 1 vuelve a ser 1.
Ser 1, entender que se es 1 y no 2, y que eso no es cualquier cosa. Y que si decides quedarte esperando, más vale llevar zapatos cómodos porque la fila es bien larga.
Si lo piensas, es hasta preferible no hacerte tanto problema y no tener tantas aspiraciones algebráicas. Optar por la gramática y pasar del punto (.) a los dos puntos (:) que en realidad parecen más un capricho de estilo. Porque el punto (.) es relativamente rotundo, pero los dos puntos (:) en verdad son poco más que el flacucho que se atraganta en la presentación.
No se en verdad.
Sin mierdas de por medio, lo cierto es que salió a la calle y todavía no vuelve.
Todos muy preocupados, se agradece cualquier información.
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